En general, la
maquetación tiene dos estilos básicos, simétricos y asimétricos. En términos
generales, el estilo simétrico se asocia con un enfoque tradicional en el que
el diseño se estructura alrededor de un eje central.
Este tipo de
maquetación data de los primeros libros impresos, que a su vez lo tomaron de
los primeros manuscritos de la época medieval. En la actualidad, los diseñadores
utilizan este estilo para generar una sensación de tradición, elegancia o
dignidad.
La tradición
simétrica.
Este estilo se
utiliza sobre todo en las portadas y páginas de títulos de libros, en la que
cada línea debe estar centrada en relación con las demás. Parte de esta misma
tradición es el uso de tipos con remate, a menudo en letras mayúsculas y
separadas, con la ocasional adición de un adorno o floritura.
Este estilo se
considera tradicional porque hasta la década de 1920 la mayoría de las publicaciones
se diseñaban así. De todos modos, conseguir una composición verdaderamente
equilibrada no es una tarea sencilla. Para estar equilibradas las líneas deben
tener longitudes variables, y la información se debe agrupar para que se
utilice la mayoría del ancho de la medida.
La maquetación
asimétrica surge de los movimientos vanguardistas de las décadas de 1920 y
1930, y más en especial en la escuela alemana Bauhaus. Artistas como Kurt
Schwitters y Theo van Doesburg rechazaron el estilo simétrico y experimentaron
otro tipo de distribución, basado en un eje centrado intermitente, con el que
ellos consideraban que se creaba mayor tensión y dinamismo.
En este estilo,
la composición es fundamentalmente en bandera a la izquierda, aunque a veces se
ve en bandera a la derecha. Sin embargo, es recomendable mantener la
composición bandera a la derecha en pocas líneas, ya que en occidente la
dirección de lectura es de izquierda a derecha. Este movimiento vanguardista
también rechazaba los adornos y los tipos con remate.
Los trabajos de
los diseñadores de la escuela Bauhaus y sus discípulos estilísticos, como los
tipógrafos suizos de la época de 1960, son siempre en tipos sin remates, y a
menudo totalmente en caja baja. Los filetes en distintos pesos era también otro
rasgo característico, a menudo en dos colores, como por ejemplo rojo y negro.
Esto otorga gran fuerza a los diseños, que algunos califican de duros o
autoritarios.
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